Según los sexólogos el squirting no es lo mismo que la eyaculación femenina, ya que lo primero solo lo pueden hacer muy pocas mujeres, mientras que eyacular lo pueden hacer todas.
El squirting se trata de la expulsión de un líquido compuesto por diferentes sustancias, notablemente abundante y visualmente similar al agua, incoloro e inodoro. Ahora se ha puesto de moda, y muchas parejas y chicas quieren aprender cómo hacerlo para intentar que su grado de satisfacción sexual aumente. Pero este placer no depende de lograr realizarlo, ya que se disfruta de igual manera si no se practica, a menos que te excite muchísimo su realización. Además, para lograrlo no hace falta que haya un orgasmo, si no únicamente altos niveles de excitación.
Para poder llevarlo a cabo existen diferentes técnicas como la estimulación del punto G o el clítoris, aunque no siempre tiene que funcionar, ya que cada mujer tiene un cuerpo totalmente diferente y por mucho que lo intenten no tienen por qué conseguirlo. Para ello deben descubrir de qué es capaz de hacer su cuerpo y cómo reacciona ante diferentes estimulaciones.
Al contrario la eyaculación femenina es una sustancia más viscosa y no siempre visible. Está producida por las glándulas de Skene de algunas mujeres durante el orgasmo. El líquido expulsado es descrito como un líquido transparente que surge de la uretra, a veces con fuerza, y que tiene una composición parecida al líquido generado en los hombres por la próstata. Lo más común de esta eyaculación es que pase desapercibida y para saber si realmente se ha llegado al orgasmo habría que notar las pequeñas palpitaciones dentro de la vagina.
Al final lo más importante de todo esto es disfrutar, y hacerlo de la forma que mejor manera que se pueda para que los dos miembros de la pareja disfruten al máximo.
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