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Ni hablar del preservativo

Publicado el Viernes, 01 de Junio de 2018 ↩ Volver atrás

Todos sabemos que el sexo sin preservativo es más placentero y rico, pero podemos pagar un alto precio por tenerlo de esta manera. Los condones son la barrera principal que nos protege de todo tipo de infecciones de trasmisión sexual como la clamidea, el herpes, la sifilis o el sida. Todas estas enfermedades se nos trasmiten a través del semen, del fluido vaginal o del liquido preseminal.

 

Mucho caemos en el error de utilizar el método de la marcha atrás pensando solo en el posible embarazo -!ojo! que con esta practica también hay posibilidades de embarazo-; pero con la marcha atrás estamos totalmente indefensos ante las posible trasmisión de ETS ( enfermedades de trasmisión sexual). Contraer este tipo de enfermedades no es nada divertido, y pueden ser muy molestas y peligrosas.

 

Aunque, cada vez somos más los que conocemos este hecho, sobre todo desde que existen todo tipo de artículos y noticias de sensibilización a través de Internet acerca de todos riesgos que conllevan la practica de sexo sin preservativos, lo cierto es que algunos estudios recientes sobre el sexo sin condón han revelado datos preocupantes.

 

Según un reciente estudio hecho por la empresa de droguerías británica Superdrug, en el cual se entrevistaron a mil personas, el 66 por ciento de ella dijo haber tenido en al menos una ocasión de sus vida sexo sin protección y el 30 por ciento de esas personas dijo que tenia sexo sin protección siempre. Lo más sorprendente de esta ultima respuesta es que fueron las mujeres las que más dieron esta afirmación, en muchas mas ocasiones que sus compañeros masculinos.

 

En otra encuesta reciente realizada a 2000 personas encontramos un dato aun más preocupante y es que en el 70 por ciento de las ocasiones nunca preguntaban a sus pareja o amantes si tenían algún tipo de enfermedad de trasmisión sexual antes de acostarnos con ellas. Lógicamente, nunca podemos saber si alguien nos va responder con total sinceridad, pero lo adecuado es preguntárselo.

 

La industria del sexo ha invertido durante muchas décadas importante sumas de dinero y ha realizado grandes avances tecnológico para que los preservativos tenga más resistencia y sobre todo, aumenten el placer. Sin embargo, la mayoría de los hombres siguen negándose a usarlos o al menos siempre ponen algún tipo de objeción antes de ponérselo. A continuación explicamos las principales razones:

 

-Razones psicológicas: la mayoría de los hombres pierden sensibilidad al ponerse el condón ya que dejan de tener contacto directo con la vagina. Al perder el contacto directo con la humedad y el calor de la vagina muchos pierden la erección o sientes como el placer y los orgasmos se reducen. Ademas, si a esto le sumamos que previamente a la relación sexual se ha consumido alcohol ( algo muy común)en una cantidad considerable, la posibilidad de tener una erección adecuada y de llegar al orgasmos después, es casi imposible.

 

No acaba hay la cosa, pues otra de las razones es el problema del tamaño, sabemos que esa palabra influye de manera importante en el ego de los hombres. Aunque existen preservativos de muchos tamaños, al parecer la industria sigue sin adecuarse a los tamaños medios de los penes, por lo que muchos al ponerse el preservativo sienten que su miembro es demasiado pequeño y que harían el ridículo delante de ellas.

 

-Perdida de la pasión: cuando interrumpimos la relación sexual en el momento inicial de los besos, las caricias y los tocamientos, para colocarnos el preservativo, es fácil que la erección se pierda. Muchos se sientes presionados, pues al colocarse el condón el esfuerzo de mantener la erección es doble, en comparación a cuando no se utiliza preservativo.

 

-Biológicas: cuando hacemos uso del profiláctico las relaciones sexuales se vuelven más amenas. Ante todo, somos animales. Y como animales que somos, las relaciones sexuales cumplen principalmente un objetivo, reproducirse. Por tanto muchos hombres se sienten impotentes, además piensan que no van a contagiar de ningún tipo de enfermedad a su pareja, ni ella a ellos.

 

Por tanto, la mayoría descarta el uso de los profilácticos pues con ellos les impediría dejar su “semillita”.

 

-Condición física: Algunos hombres son alérgicos al látex e igual que un cirujano alérgico no podría usar guantes de látex, tampoco pueden ponerse un preservativo.

 

La alergia a los condones es una enfermedad poco común pues solo suele afectar al uno o dos por ciento de la población. Sin embargo, a quienes les afecta les es imposible su uso pues les provoca todo tipo de sensaciones irritables como son; picor en la zona, ardor en el interior del pene o vagina, irritación y enrojecimiento de la zona, mal olor en los genitales e incluso erupciones.

 

Normalmente todos estos síntomas de alergia a los preservativos hacen acto de presencia a los pocos minutos de haberse colocado en el miembro masculino o de haberse iniciado la penetración.