En Nápoles ha sido suspendido un sacerdote de la parroquia de Santa María degli Angeli, Mario D’Orlando, tras ser acusado de su implicación en la organización de diferentes orgías homosexuales, y de utilizar páginas de internet para conocer personas a las que pagar para mantener sexo.
A su vez en la parroquia de San Lazzaro, Padua, otro sacerdote llamado Andrea Contin ha sido acusado de tener hasta 30 amantes a los que llevaba a un balneario en Francia. Este sacerdote de 48 años, ha sido denunciado por tres mujeres, las cuales presentaron sus denuncias en el pasado mes de diciembre, y por las cuales se le ha expulsado de la parroquia.
Algunos feligreses y compañeros de profesión de este último, han quedado incrédulos al conocer que mantenía relaciones con algunas mujeres desde hacía tres años. Disponía de juguetes sexuales y un equipo de exclavitud, además de invitar a otros sacerdotes a fiestas sexuales que celebraba y participar en diferentes páginas web de intercambio de pareja que utilizaba con sus amantes.
Claudio Cipolla, un obispo italiano declaró ante los medios que se ha puesto en contacto con el Papa Francisco, ya que si finalmente no tienen consecuencias legales ninguno de los acusados, se deberá utilizar la ley canónica de la Iglesia para tomar medidas disciplinarias, ya que estos hechos rompen totalmente con la ética marcada por el Papa actual.
Ya hace tres años, en 2014, ocurrió otro escándalo para los católicos, el de los llamados “sacerdotes Playboy”. Se trataba de un caso en el que estaban implicados diferentes clérigos, los cuales habían publicado fotos posando desnudos para diferentes webs de pornografía homosexual, además de acosar sexualmente a diferentes fieles de sus iglesias, y hasta robar los fondos de las mismas.
Como vemos, por mucho que quiera infundir la iglesia, todos sucumbimos ante la tentación del sexo y el porno, sea cual sea nuestro trabajo, todos tenemos unas necesidades básicas.