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Confesiones de una modelo por webcam

Publicado el Sábado, 12 de Noviembre de 2022 ↩ Volver atrás

¿Cómo es la vida de una modelo por webcam porno?

Siempre me he sentido atraída por el sexo, por el porno y por el erotismo. A pesar de ello, la idea de trabajar en los chats de sexo en directo a penas había pasado un par de veces por mi cabeza. De hecho, cuando me aceptaron en Showcamsporno estaba muy escéptica. ¡Qué ignorante fui! Ahora veo que esto es lo que siempre he deseado. Quiero dedicarme a esta profesión por mucho más tiempo. Vengo de una familia que durante mucho tiempo gozo de buen estatus social. Mis padres tenían mucho dinero, pero terminaron separándose y lapidando la mayoría del patrimonio familiar. Cuando sucedió esto, me encontraba estudiando Periodismo en la universidad. Tuve que abandonar mis estudios y ponerme a trabajar para salir adelante. En España resulta es muy complicado lograr un puesto de trabajo bien remunerado sin estudios superiores. He trabajado de camarera, peluquera y dependienta en tiendas de ropa. Sin embargo, estos empleos tienen salarios que no te dejan vivir bien y, sobre todo, tienen horarios muy extenuantes.

 

Soy una chica bastante atractiva y muy carismática. De hecho, mis amigas me animaron muchas veces a probar en el mundo de la moda. Ser modelo de ropa y lencería femenina. Un día encontré muchos anuncios en internet sobre modelaje, pero no precisamente el que andaba buscando. En lugar de ofertas de empleo para modelar en pasarelas se trataba de chats de sexo en directo. Lo primero que me vino a la mente fue pasar de largo, pero después pensé: ¿por qué no, si siempre me pico el gusanillo de trabajar en el porno? Además, todos sabemos que para lograr un buen sueldo en el mundo de la moda se requiere muchísimo tiempo. Yo en ese momento necesitaba dinero urgentemente. Así pues, me registre en una página, rellene un formulario, y a las pocas horas ya era una nueva integrante de Showcamsporno.

 

Por supuesto, antes de comenzar a trabajar un equipo de supervisión me enseño todo lo que tenía que saber: vestuario, danza erótica, striptease, juegos eróticos, masturbación… Ya no había vuelta atrás, ¡tenía que ser modelo webcam! Obviamente, al principio estaba muy confundida, no sabia bien qué hacer ni si conseguiría los ingresos necesarios para pagar las facturas. También desconocía el tiempo que necesitaría invertir en esta profesión al día. Toda esta incertidumbre desapareció a los pocos días. Durante las primeras semanas comprobé que ganaba más dinero que en cualquiera de mis anteriores trabajos. Además, este trabajo te permite ser totalmente independiente, no tienes un horario que cumplir a rajatabla. Pero lo que más me gusta de este empleo es que me lo paso genial con los clientes. Charlamos de todos los temas que haya y por haber, nos contamos cosas muy íntimas, nos damos placer mutuamente, nos reímos, nos divertimos. ¡El tiempo en los chats de sexo en directo se pasa volando!

El primer día de una modelo por webcam erótica

Trabajar en la industria del porno es un poco complicado. Todavía mucha gente te mira mal. Por ello, a mi familia y amigos les dije que había encontrado un trabajo de auxiliar administrativa bien remunerado. Provengo de una familia chapada a la antigua, así que haberles dicho la verdad hubiera supuesto su rechazo y desprecio para siempre. El primer día me preparé como una estrella del porno: peinado, maquillaje, manicura, pedicura, vestuario… ¡La verdad es que estaba muy linda! También preparé el escenario donde iba a hacer mis shows en vivo: webcam de alta resolución, Internet de alta velocidad, espejos, juguetes eróticos, etc. Para bajar la tensión, mientras que comenzaba a transmitir, me puse a ver porno y a tocarme. De esta manera, cuando entro mi primer cliente estaba lista para la acción.

 

Mi primera retransmisión en vivo fue mejor de lo esperado, pese a que me sentí bastante nerviosa. Comencé la transmisión en el chat free con alrededor de 30 hombres. La mayoría de ellos me escribían palabras subidas de tono, mientras yo les persuadía para que lo hicieran. Sin embargo, algunos tan solo querían charlar de forma inocente. Querían conocer mi personalidad, mis aficiones, mis gustos, mis preferencias sexuales, y todas esas cosas. Al cabo de un rato, uno de los usuarios me solicito ir al chat privado con él. Allí comencé a desnudarme lentamente, me acariciaba los pechos, me tocaba ahí abajo y le decía cosas sucias. Por su parte, él se masturbaba y me sugería hacer una u otra cosa, posar de diferentes maneras, estimularme con juguetes eróticos… Tras una transmisión cargada de masturbación, felación, posturitas, lubricantes, jadeos y gemidos, todo acabo con una explosión de placer fantástica para ambos. En ese momento me di cuenta que trabajar en los chats de sexo en directo era algo delicioso.

Orgasmos llenos de placer en las webcams de sexo

Desde esa primera experiencia ha pasado mucho tiempo. Ahora soy una de las modelos más populares de Showcamsporno. Mis fans me aman por lo hermosa que soy, pero también por lo que soy capaz de hacer y por mi encantadora personalidad. Me considero una verdadera artista de las mamadas y la masturbación con juguetes sexuales, de la danza erótica, del BDSM y del coqueteo. Tengo a muchos hombres esperando ver cómo me chupo mis consoladores para luego introducirlos en mi coño y en mi culito. Me encanta cambiar de posición para masturbarme de varias formas y que ellos puedan disfrutar de una vista que jamás olvidarán. Esta profesión también me ha permitido conocer algo de mí que ignoraba: soy una chica multiórgasmica. No, no estoy exagerando. Aunque depende del día y la situación, lo habitual es que pueda alcanzar el orgasmo varias veces en una misma sesión. ¡A veces, me llegan en tan solo dos minutos! Otras puede que en diez o más. Todo depende del juguete erótico que este empleado: dildos, consoladores, vibradores, bolas chinas… Lo mejor de todo es cómo acabo siempre: empapada en fluidos vaginales y sudor.

 

Trabajar en los chats de sexo en directo me ha cambiado la vida y me ha ayudado a conocerme mejor a mi misma. Ahora tengo lo que siempre busque: independencia financiera y tiempo para descansar. Además, disfruto más que nunca de mi sexualidad y he aprendido como complacer a todos los hombres. Sin embargo, no es una profesión que se la recomendaría a cualquier persona. Para trabajar en esto hay que tener la mente abierta, estar dispuestos a experimentar cosas nuevas y ser muy discretos.